
infructuosos a causa de que están despojados de las acciones justas. En Ap. 19:8- “el lino fino” representa las acciones justas de los santos. Pedro nos dice que debemos “revestirnos de humildad» (1 Ped. 5:5). Pablo nos dice que nos “vistamos” de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia, de perdón, y amor (Col. 3:12-14). Los santos en Roma fueron amonestados a “vestirse de /as armas de /a luz» (Rom. 13:12). Pedro aconsejó a las mujeres a «ataviarse» con un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios (1 Ped. 3:1-5). La iglesia en Laodicea, espiritualmente hablando, era “... desventurada, miserable, pobre, ciega y desnuda “(Ap. 3:17). Esa congregación desnuda fue aconsejada por Juan a conseguir “.. vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez ...” (v.18). Si podemos comprender cuan vergonzosa es la desnudez física, deberíamos ser capaces de comprender cuán vergonzosa es la desnudez espiritual. El alma despojada de los atuendos de la salvación está sin protección de las tormentas de la ira y la exposición de su vergüenza en el último día. Dejar a un lado la justicia, la humildad, la mansedumbre, el amor, etc. es abandonar el alma de uno a la vergüenza y menosprecio eterno.
Numerosas
congregaciones se han dado al nudismo espiritual. Se han despojado de la
doctrina de Cristo, han desechado la santidad, se han despojado del respeto por
la autoridad apostólica, han violentado el temor a Dios de sus miembros, y se
han hecho a sí mismos infructuosos de todo lo que sería productivo de honra al
Señor. Como Laodicea, han dejado el celo. Pueden reunirse en edificios bien
construidos y ser ricos en los bienes de este mundo, pero la vergüenza de su
desnudez espiritual necesita ser cubierta.
ADLI PLAZA
CATAÑO- PORTO RICO
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